Si bien es cierto que los alambres musculares presentan ventajas en cuanto a peso y tamaño con respecto a otros actuadores, también requieren potencias relativamente altas para funcionar, debido a que gran parte de la energía suministrada, se disipa en calor, lo que hace que éstos actuadores tengan eficiencias muy bajas.

Otro problema es el hecho de que un solo alambre muscular no tiene la fuerza necesaria para mover los eslabones de la mano, para lograr aunque fuera un pequeño movimiento, se tendría que realizar un arreglo en paralelo de varios alambres, lo cual eleva aún mas la potencias requerida y la temperatura resultante. Debido a estás elevadas temperaturas el material no puede estar en contacto directo con el actuador ya que se daña, habría que diseñar un disipador de calor muy eficiente, lo cual elevaría el costo, peso y tamaño de la prótesis.